Ahora empiezan a crecer los brazos y las piernas. En la cara del embrión se ven manchas oscuras, las ampollas de los ojos. También se ven ya los inicios de las orejas. La piel de tu bebé es extremadamente sensible y ya puede sentir el tacto. Los huesos comienzan a formarse en los pequeños brotes que un día se convertirán en extremidades. Los órganos más importantes, como el corazón, los pulmones, el hígado, los riñones y el páncreas, se están desarrollando. El embrión sigue teniendo la llamada cola. Pero esto desaparecerá en las próximas semanas. Tu bebé ya tiene sus primeros glóbulos rojos. Aunque todavía no lo sientas, tu bebé ya se mueve muy activamente en tu vientre. Si sufriste acné cuando eras joven, es posible que te vuelva a salir. Lo mejor es utilizar limpiadores faciales suaves y beber mucho líquido para mantenerlo bajo control. Ahora puedes ganar o perder peso, dependiendo de si tienes náuseas matutinas o no. Todavía no pareces embarazada. Como muy tarde, debes pedir una cita con tu médico o matrona para la primera revisión. Si estás cansada, tómate un descanso más a menudo. Haz mucho ejercicio al aire libre para aumentar tu energía y mejorar tu estado de ánimo. Esto no sólo te beneficiará a ti, sino también al bebé que crece en tu interior.