Tu bebé sigue practicando la respiración. Al final de esta semana, podrá inhalar y exhalar el líquido amniótico por la nariz por primera vez. Aunque la piel de tu bebé sigue siendo arrugada y transparente, los vasos sanguíneos son menos visibles, ya que la capa de grasa bajo la piel se ha engrosado. Los sentidos de tu bebé ya están lo suficientemente desarrollados como para responder al tacto. Está preparado para percibir el mundo exterior, sus ojos reconocen la luz. No son sólo los constantes viajes al baño los que perturban tu sueño. Quizá también sufras de estreñimiento. Recuerda: después del parto, todo esto volverá a la normalidad. Así que date un respiro más a menudo. Tal vez tu tiempo te permita hacer una siesta a mediodía. Tu cuerpo necesita mucha energía ahora. Encuentra la posición más cómoda para dormir, levanta un poco las piernas y apoya el vientre.