El cuerpo de tu bebé está ahora completamente cubierto de finos pelos. Estos pelos vuelven a desaparecer antes del nacimiento. Los dientes permanentes se forman en la mandíbula. El cuerpo del bebé necesita hierro para producir glóbulos rojos. El cerebro de tu bebé desarrolla lentamente la percepción sensorial, incluyendo el gusto, el olfato, el oído, la vista y el tacto. Ahora cualquier esfuerzo físico puede dejarte sin aliento y hacerte sudar. También ganarás más y más peso. La alteración de la función tiroidea también afecta a tu metabolismo. Si tienes las palmas de las manos muy rojas, se debe al aumento de tus niveles de estrógenos. Presta especial atención a tu cuerpo ahora: tu corazón está trabajando duro y puede soportar un esfuerzo físico más ligero, por ejemplo, en el trabajo, haciendo footing o yoga. Sin embargo, los deportes extenuantes como el fútbol o el tenis pueden provocar lesiones. Si ya tienes hijos, ahora es un buen momento para prepararlos para el nuevo hermano.